Un huerto ecológico como negocio

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Enseñar a los niños los aspectos comerciales de la agricultura ecológica.

Descripción de la actividad

El propósito de este taller es que las niñas y niños aprendan y comprendan cómo un huerto orgánico puede convertirse en una forma de trabajar y desarrollarse como empresa.

Este taller forma parte de las actividades que organiza Asturias Acoge a petición de las diferentes centros escolares que desean participar. Para esta asociación es muy importante poder visualizar la situación actual de los inmigrantes que llegan a Asturias, para que desde la infancia, los estudiantes puedan ser sensibilizados, rompiendo estereotipos y prejuicios relacionados con la inmigración.

En este caso la visita se realiza a un huerto para el cultivo de hortalizas y frambuesas certificado por el Consejo de Producción Agrícola Ecológica de la comunidad de Asturias.

Este huerto es una empresa y es propiedad de un antiguo usuario de Asturias Acoge originario de Marruecos, que se ha convertido en empresario y también colabora con la ONG en la enseñanza de la agricultura ecológica para escolares y adultos.

El potencial principal de esta actividad es hacer que los niños sepan cómo la agricultura orgánica puede ser una opción válida para el futuro.

El principal beneficio de este taller es ser consciente de cómo una persona puede tener su propio negocio; en este caso, el usuario que imparte el curso se ha convertido en un modelo de buenas prácticas para el resto de usuarios adultos.

Los niños aprenden todo lo relacionado con la siembra y cosecha de frambuesas, incluida la participación en la recolección y cosecha de las mismas.

Además, también se trata de que los niños sean conscientes de la importancia de una dieta equilibrada y el respeto por el medio ambiente en un espacio respetuoso y de comprensión mutua.

Es importante tener en cuenta que este proyecto no solo está dirigido a menores, sino que en el desarrollo del mismo, nueve personas que utilizan el huerto urbano de Asturias Acoge ayudan y colaboran en la realización de este taller.

Además, de manera complementaria, se desarrolla otra serie de talleres de manera transversal, como un taller de calendario de siembra, vida sana, grupos de consumo local, etc.

La principal amenaza en este tipo de talleres es cómo fusionar el concepto de inmigración y todo lo que conlleva con los conceptos básicos sobre agricultura; es decir, intentar desde la asociación crear una simbiosis entre dos ideas que a primera vista no parecen estar conectadas.

Competencias y formación necesaria

En el desarrollo de esta actividad, el capacitador colabora en las explicaciones dadas a los niños y a otros nueve usuarios de “Huertas Acoge” que se han ofrecido como voluntarios para impartir este taller.

Los capacitadores tienen experiencia en formación de agricultura orgánica tanto entre escuelas como con adultos. La capacitación también muestra la dinámica del grupo e ilustra una serie de habilidades sociales que se pueden adaptar a los diferentes perfiles que se encuentran entre los participantes.

Es importante motivar a los participantes y que los formadores expliquen de manera sencilla la agricultura para desarrollar un cambio de actitud y mentalidad en los participantes, tratando de desarrollar la autonomía y el respeto por el medio ambiente.

En resumen, intentan crear una nueva comunidad de aprendizaje.

 

Pasos para la implementación de la actividad

El primer paso es detectar, con base en el perfil general de los estudiantes, lo que quieren transmitir y cómo. Es necesario preparar la actividad con anticipación, ya que es complicado proponer conceptos de negocios según el rango de edad y las necesidades de los estudiantes.

Una vez que tienen claro qué tipo de usuario van a tener en el huerto, planifican tanto la parte teórica como la práctica; eligen las diferentes verduras, prefiriendo generalmente productos de temporada. Además, el agricultor tiene diferentes parcelas para la capacitación y aprendizaje.

Ya en la práctica y con los estudiantes en el terreno, se forman diferentes grupos, y con la ayuda de los voluntarios se desarrolla la actividad de identificación, siembra y cosecha de hortalizas.

Métodos y materiales

Infraestructura:
Esta actividad se realiza en el huerto propiedad del agricultor y se ubica en el barrio de Trubia en la ciudad de Oviedo. Aquí se encuentran varios invernaderos y diferentes parcelas donde se realizan actividades. En el huerto también hay dos invernaderos donde crecen frambuesas.

Materiales y recursos humanos:
Para el correcto desarrollo de esta actividad, todos los materiales necesarios están relacionados con el desarrollo de un huerto: semillas, plántulas, herramientas agrícolas, etc.

Todos estos materiales ya se encuentran en el huerto urbano.

En cuanto a los recursos humanos, se necesitan:
- la presencia de un asistente técnico contratado por la asociación para coordinar el proyecto.
- ocho voluntarios de la asociación.
- nueve personas beneficiarias del proyecto “Huertas Acoge”, que brindan apoyo a los menores.

Temporalización/carga de trabajo:
Las reuniones se llevan a cabo todos los sábados y duran cuatro horas cada día. También es importante tener en cuenta que al mismo tiempo se desarrollaron otras actividades transversales cuyos contenidos sirvieron de apoyo para el desarrollo del huerto urbano.

Costes:
Estos talleres se financian con una contribución económica anual del ayuntamiento de Oviedo con un importe de 3000 € destinados a la enseñanza de la agricultura ecológica para escolares. Esta cantidad se divide en diferentes categorías que incluyen salario del personal, suministros, comercialización, seguros, mantenimiento, alimentos y celebraciones, materiales, etc.

Conocimientos aprendidos por los participantes

Este taller ha sido un éxito no solo para la enseñanza de los participantes, sino también para la colaboración de los usuarios, que ayudan en la realización del taller, de modo que el aprendizaje ha ido en ambas direcciones.

Por un lado, los niños han aprendido valores relacionados con el respeto al medio ambiente, el trabajo en equipo, el respeto por otras culturas, formas saludables de alimentación, etc.

En cuanto a los adultos, se puede afirmar que han logrado aumentar su autoconfianza, su empoderamiento y sus habilidades sociales. La empatía, hablar en público, aprender a organizar un grupo (en este caso de niños), el deseo de superación y el autoconocimiento son indicadores muy beneficiosos a la hora de implementar estos talleres en los que colaboran las personas migrantes.

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