Producción de cultivos alimentarios sostenibles siguiendo los principios de la permacultura.
“Dado que la operación del huerto de permacultura requiere mucho tiempo y trabajo, son necesarios acuerdos y consensos entre los usuarios. Gracias a las muchas horas de trabajo conjunto, los usuarios e instructores se pueden conocer mejor.”
Descripción de la actividad
Existe actualmente un grupo de personas que se dedican al cultivo de hortalizas de acuerdo con las reglas de la permacultura, lo que significa que “trabajan con la naturaleza y no contra ella”. No se usan pesticidas ni fungicidas, y tampoco se usan fertilizantes artificiales. La producción vegetal se realiza con abonos naturales y materiales ecológicos, así como con plantas adecuadas al terreno y a la zona. Todo encaja y protege también contra las plagas. El agua también se gestiona de forma que se corresponda con las condiciones naturales. Al ser una de las actividades más intensivas en mano de obra de todo el huerto comunitario, la ayuda de la familia refugiada y otros usuarios del huerto es esencial. Los vegetales cosechados se utilizan casi exclusivamente para actividades de cocina comunes o para los ayudantes del huerto. Los excedentes también se distribuyen dentro de la iglesia.