“Das Beet ist voll” – interkultureller Gemeinschaftsgarten

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Introducción

Este huerto está situado en una pequeña ciudad en el noreste de Austria. Tiene 800m2 y en torno a diez/quince hortelanos. Los fundadores querían ofrecer a los “nuevos vecinos” (inmigrantes) la oportunidad de ponerse en contacto con “viejos vecinos” (personas que viven en la ciudad desde hace tiempo), ofreciendo además actividades que pudieran resultarles interesantes y que pudieran proporcionarles comida. El huerto se completa con una sala de costura y un centro de redistribución, donde se comparten diferentes cosas para reutilizar, reciclar y valorizar. Estas tres áreas están gestionadas por la misma asociación “Zwirnschmalz”, contando con la ayuda de las mismas tres/cinco personas que colaboran como voluntarios con una gran implicación. Los “vecinos nuevos y viejos” colaboran en el huerto, los talleres de costura y algunos incluso en la administración del huerto. Los inmigrantes son principalmente hombres jóvenes con la salvedad de una familia procedente de Afganistán. El concepto con el que trabaja “Zwirnschmalz” intenta cerrar círculos: los recursos se ahorran siempre que es posible, aprovechándose cosas y objetos que otras personas no utilizan ,teniendo en cuenta la sostenibilidad.

Los principales consejos y lecciones aprendidas en este caso de estudio son:
- Lo más fácil es encontrar una actividad en la que las habilidades o el idioma no sean especialmente necesarias, de modo que sea simple y no exclusivo.
- Tratar de dejar de lado nuestra arrogancia occidental y aceptar que no todos los inmigrantes necesitan recibir ayuda o participar. No a todo el mundo le tiene que gustar el proyecto. Se debe respetar otras culturas y pensamientos e intentar compartir valores fundamentales sobre cómo tratar a los demás.
- El trabajo manual puede ser una buena manera para que algunas personas se distraigan y olviden las experiencias traumáticas.
- Si usted no recibe apoyo político, busque apoyo en la sociedad: muchas personas están dispuestas a ayudar y contribuir. Siempre use su instinto y siga realizando estos proyectos incluso si la política de Europa se está moviendo hacia una postura menos acogedora. Si te apasiona tu proyecto puedes crear algo muy importante.


“A través de este proyecto, la gente de la ciudad sabe quién de nosotros es de fiar, amigable y entregado. Esto abre posibilidades para una mayor inclusión y más empleos.“
Opinión de la persona inmigrante

“Fue importante no hacer demasiada planificación y estructuración. Solo escucha tu intuición y sentido común. También debes respetar y aceptar las ideas y los planes de los inmigrantes desde el principio, utilizando un enfoque de abajo hacia arriba.”
Opinión del organizador

Localización-coordenadas

Pater Helde Straße 11; 2130 Mistelbach, Austria
Coordenadas:
48°34’19.9”N 16°33’52.6”E
48.572205, 16.564598

Descripción del huerto

Un grupo de voluntarios tuvo la idea de crear un huerto comunitario intercultural, ya que estaba anunciado que vendrían refugiados a la ciudad de Mistelbach. Querían facilitar la inclusión en la sociedad y crear una actividad útil para este grupo de personas. Presentaron la idea a los inmigrantes de la zona y descubrieron a algunas personas entusiasmadas con la idea. La asociación llamada “Zwirnschmalz” por lo tanto fue creada. El área del huerto, una pequeña propiedad privada de 800 m2 en una zona habitada, es otorgada a la asociación de forma gratuita. Todo el huerto comunitario se gestiona en común y no hay parcelas “privadas”. Normalmente cerca de diez inmigrantes y cinco austriacos pasan el tiempo allí. Los cultivos principales son hortalizas (especialmente tomates), “gandana” (una planta típica de Afganistán) y algunos árboles frutales.

Infraestructura: agua, barbacoa, una zona comunitaria y una oficina-caravana, un área de compostaje, herramientas de jardinería, automóviles privados y trasteros.

Resultó que muchos inmigrantes eran personas con gran talento. Las actividades de costura junto con la venta de productos reciclados fueron promovidas por ellos mismos. Las hierbas y las flores se utilizan para el relleno de almohadas, lo cual no deja de ser una fusión entre la jardinería y la costura. El proyecto se sustenta gracias a la donación de recursos (semillas, plantas, herramientas, telas, cosas que los habitantes ya no necesitan, etc.) e ingresos a través de la venta de productos de costura. Nadie paga pero todos contribuyen motivados por su interés y pasión.

Detalles de la iniciativa

El objetivo principal de los organizadores de este proyecto era conocer a las personas que iban a vivir junto a ellos en la misma ciudad. Disipar el “miedo” de los austriacos locales hacia los nuevos “extraños” era importante, así como fomentar la convivencia entre ambos. Los inmigrantes deberían desarrollar una actividad que sea útil para poder cultivar sus propios alimentos saludables, ahorrando dinero a largo plazo. Debido al interés de coser y cultivar de manera conjunta, sobre todo dos mujeres comenzaron todo el proyecto, sin ningún apoyo financiero ni gubernamental. Algunos inmigrantes estaban interesados y muchas personas apoyaron la iniciativa donando semillas, plantas y herramientas ya que sentían la necesidad de contribuir con el proyecto. Pronto un espacio para cultivar fue alquilado gratuitamente al grupo por una mujer que apoyaba el proyecto. Todo el material es compartido y tratado como bienes comunes, no existen parcelas privadas. El trabajo y los rendimientos de este se comparten de manera justa entre los participantes.

Las dos mujeres que iniciaron la iniciativa y algunos voluntarios más, desarrollaron una verdadera amistad con los inmigrantes asegurándose un buen comienzo en este nuevo país. También comenzaron a impartir clases de alemán gratuitas, ayudando de manera informal con cuestiones legales, ayudándoles a encontrar alojamiento. Además, incluyeron a los inmigrantes en sesiones abiertas de costura en sus casas. Estas sesiones están abiertas para todos los interesados. Los productos reciclados y valorizados se crean de manera conjunta.

Muchas personas querían apoyar este proyecto con donaciones, útiles para el huerto, como plantas y herramientas, o útiles para coser, como telas y ropa vieja. Estaban orgullosos de donar cosas que ya no necesitan y que eran demasiado buenas para tirar. Estos artículos donados se utilizan en el huerto, en las actividades de costura o se distribuyen entre los inmigrantes. A medida que aumentó el número de donaciones, se comenzó a poner en funcionamiento el “centro de redistribución”. Debido a esto, se necesita muy poco dinero para mantener el proyecto. Intentan no comprar nada adicional y usar lo que obtienen. Tampoco hay organismos de apoyo, como el gobierno o asociaciones locales. Solo de vez en cuando se recibe algún apoyo informal (arado del área del huerto, donaciones de plantas de los agricultores, etc.).

Con la venta de textiles, los inmigrantes pueden ser recompensados indirectamente (sin pago financiero) por el tiempo y la pasión que dedican al proyecto. Ocasionalmente hay eventos en los que se exhiben y venden sus productos en mercados típicos como el mercado navideño de la ciudad. En Austria, las asociaciones sin ánimo de lucro solo pueden vender pequeñas cantidades de productos sin poder obtener beneficios a largo plazo. El dinero debe ser reinvertido en la asociación para intentar alcanzar sus objetivos. Para ello, las facturas de billetes de tren, las clases de alemán, materiales escolares y otros gastos están cubiertos con este dinero por la asociación para los inmigrantes.

Los fundadores y el inmigrante hortelano más interesado están gestionando el proyecto sin ningún tipo de jerarquía. Son responsables de la comunicación, la traducción y la planificación de los siguientes pasos, pero también están trabajando en el huerto y en la costura junto a todos los demás. El camino al éxito según la visión de los organizadores fue:
- Trabajo meditativo sencillo, donde no es necesario talento ni lenguaje.
- Comunidad : crear un sentimiento de pertenencia.
- Esfuerzo y pasión de los voluntarios: no se necesita capacitación especial
- Énfasis en la necesidad de participar.
- Dar un toque divertido a la actividad.

Los inmigrantes están continuamente contribuyendo ya que han desarrollado un sentimiento de pertenencia a este grupo y tienen mucho tiempo libre, ya que la ley no les permite trabajar en Austria hasta que obtengan un estatus de refugiado oficial.

Lecciones aprendidas por los inmigrantes / consejos a otros inmigrantes:
- Ser curioso y estar abierto a probar estos tipos de iniciativas / posibilidades.
- Aprender el idioma local.

Oportunidades

Una oportunidad principal para todos los hortelanos es aprender unos de otros. Esto puede ser cosas como técnicas de jardinería, valores, lengua y factores culturales que pueden ser muy diferentes. Para poder llegar a acuerdos es importante estar abierto a nuevas ideas y formas de pensar.

Los organizadores del proyecto querían crear un espacio donde las personas pudieran reunirse. La amistad y las relaciones sólidas son un factor clave para lograr una dinámica de grupo fuerte.

El empoderamiento de los refugiados es visto como una grande oportunidad. Se aprende a tener confianza en sí mismos y la práctica de los valores nacionales se produce automáticamente, ya que el encuentro con los austriacos se produce con regularidad. El modelo de huerto abierto (sin valla) ayuda en este caso. Los inmigrantes informan al resto de vecinos sobre su proyecto y las personas interesadas visitan el huerto y conversan con los usuarios.

Una oportunidad de cara al futuro podría ser la venta de productos del huerto en el mercado local cada semana. El conocimiento sobre horticultura que poseen los inmigrantes es una oportunidad para que los austriacos aprendan cómo cultivar, cocinar y degustar nuevos productos vegetales.

Desafíos/amenazas

También existen desafíos y amenazas en este proyecto. Lo principal es la inseguridad, porque no está claro si alguien de los miembros inmigrantes del proyecto puede permanecer en Austria, debido a la falta de estatus de asilado y la larga duración de la burocracia. Podría darse el caso en que los inmigrantes no obtengan el estatus de refugiado y deben abandonar el país.

La búsqueda de trabajo no es posible y dificulta la planificación a medio y largo plazo. Los organizadores deben asegurarse de no poner en desventaja a los inmigrantes, dándoles “trabajo”. Se podría determinar que están trabajando ilegalmente sin tener permiso, lo que podría ser motivo de problemas.

El poco apoyo del gobierno local es una barrera y una ventaja al mismo tiempo, debido a la falta de apoyo financiero y estructural por un lado y la independencia total por el otro.

Los organizadores a veces luchan con la incertidumbre sobre si el proyecto es útil o satisface las necesidades de los inmigrantes al final del día. “¿Es más malo que bueno? ¿Creamos esperanzas equivocadas?” son pensamientos que surgen de vez en cuando. Tampoco pueden ayudar a los inmigrantes desde el punto de vista legal debido a la falta de conocimiento en este campo.

En general, el cambio hacia la derecha y la política anti acogida en la política nacional e internacional durante los últimos dos años es alarmante. Cada nueva idea lleva a la pregunta: “¿Por qué estamos haciendo esto, si hay tan poco interés en apoyar a los inmigrantes desde la política nacional?” La respuesta siempre es: “Porque simplemente pensamos que sea justo y que si no lo hiciésemos sería aún peor “.

Consideraciones generales

La peculiaridad del proyecto es reutilizar las cosas y las donaciones de forma amena para que los inmigrantes y los austriacos se conozcan mutuamente, construyan una comunidad diversa y puedan divertirse. La clave está en tener personas muy comprometidas y contar con su pasión y contribución. El ciclo se está cerrando restituyendo ventajas y empoderamiento a los inmigrantes a través de la financiación de la educación superior o mediante la venta de los productos que realizaron. El éxito al fin y al cabo es el sentimiento de pertenencia a un grupo. Las personas logran hacer nuevos amigos y realizan muchas actividades juntos, incluso fuera del proyecto.

Hoy en día, muchas personas en la ciudad conocen a los inmigrantes del proyecto, ya que se los ve en el huerto o en las calles. La timidez y la apatía en ambos lados se han reducido y muchos “temores” de los austriacos por los “refugiados desconocidos” han desaparecido. El proyecto brinda a los inmigrantes la posibilidad de conocer el comportamiento y los valores de los “antiguos locales”. También se pueden practicar habilidades prácticas (jardinería, construcción, costura, cocina, venta de productos, ...). Se trata más bien de formación y aprendizaje informal. La idea principal es crear una red de contactos, la que a menudo pueden proporcionar otros tipos de ayuda en la vida diaria y quizás incluso ofrecer puestos de trabajo en el futuro. Para las lecciones aprendidas ver abajo.

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