El taller de cocina tiene como objetivo enseñar a los inmigrantes los platos típicos de la cocina cantábrica y española, así como los productos de temporada y el intercambio de recetas de diferentes nacionalidades de los usuarios. Los orígenes de los participantes son muy variados: marroquíes, senegaleses, paraguayos, ucranianos, etc. Este taller es muy importante para conocer las costumbres gastronómicas españolas ya que es un requisito indispensable para trabajar en el sector turístico o doméstico y de esta manera aumentar la empleabilidad de los participantes. Gracias al uso de la cocina como instrumento de socialización en el taller se pueden trabajar otras habilidades como la comunicación, el uso de la lengua española, el trabajo en equipo, la apertura a nuevas oportunidades, la confianza en uno mismo, el compromiso, la resolución de problemas, la planificación, la motivación, el logro de objetivos, la coordinación, etc. El taller se imparte en un día laborable, generalmente el martes, y tiene una duración aproximada de 3 horas, dependiendo de la complejidad del menú, y se imparte durante cuatro semanas. Se realiza al menos dos veces al año, lo que puede ser más dependiendo de los recursos y del interés de los beneficiarios. Un promedio de 6 usuarios participa en esta actividad. Al final de cada curso se realiza una actividad abierta a todos. Se realiza una fiesta de clausura donde se comparte la comida típica de cada beneficiario, se intercambian las experiencias aprendidas y se fomentan las amistades que surgen durante el curso.